Malditas Palabras



Sus palabras

Bailan,
en el reflejo del crepúsculo
en las luces espectadoras de mis ojos.
Dudoso sólo ve la disimulada sonrisa esquiva
en el detrás de todas las demás caras.

La lúcida mañana,
quiebra los amaneceres parciales
de mi voz defectuosa.
El pájaro se lleva a la aurora
el eco de sus palabras
dejándome un ennegrecido soplo
entre las conjeturas de los salmos.

El vientre arde pulsante,
oscilando entre las sensaciones;
se revuelcan las entrañas
en el placer omitido dejado
por la afonía cautelosa
de los intervalos de las oraciones.

Más aún,
el secreto,
permanece oculto de los labios;
en las sombras
de cualquier canal auditivo,
murmurándose en la laringe
del reflejo poseedor de mil caras.

Las hojas pasan,
la ráfaga de viento
desnuda las palabras;
el grisáceo de los días
brotan atónitas rosas rojas;
rosas con sus espinas
enterrándose en la lectura
de mis hemofílicos dedos.

Los versículos infinitos,
encapsulados
en el insondable capitulo;
se lavan en sangre,
dan sordidez a las letras,
mutilan la traquea
del valiente ave
portador de maleficios.

la caída en espiral
de su endemoniada promesa

Fisuras en el cielo



Te regalan el cielo…

Un cielo en pedazos,

cúmulo de soñadores,

una cadena de ilusiones

esparcidas en el suelo,


Un nido de desesperanza,
un hábitat de desconsuelo.


El tic tac envenenado de los días

rasgan el perímetro de las horas,

la llama nace en el contacto

y muere en el suspiro

al cual se le atribuye el peso

de la ausencia, en los hombros.


Las caras de terceros,

cuartos, quintos y enésimos…

se vuelven flashes de momentos

trepadores en la garganta,

ves todo en retroceso hasta

el día de las sonrisas oxidadas.

Agonizas,
con las palabras
sofocadas en el sello de tus labios…


Cierras los ojos imaginándote el cielo

completo, alcanzable, notorio,

y yace desmembrado tu mundo,

en esa madrugada donde los minutos

se deslizan a través del cristal de los sueños…

La voz se mezcla con el llanto,
los susurros,
los desgarra el viento.


Tocas lo que está tan lejos
Y
empiezan a caducar los sentimientos…


Mueres
por
aquel
al
cual
llamaste
...Tú vida…

Un momento de respiro, un momento para volver




El tiempo,
agita los átomos de oxigeno,

degenera el aire,chocan mis ganas en el cristal carente de forma,

se difuminan con la brisa


Las pausas,

maltratan el diafragma,

circula el declive en el tórax,

llena de agujeros los pulmones


Proceso incompleto rasguñando los días


La emanación abate las células,

los hechos se tornan pesados

“el dolor se lo lleva el viento”

el viento regresa el pesar en un suspiro


ojala mi vida no respirara profundo


El pecho tiembla,

adjudica resistencia,

agoniza aliento para esta acabada apariencia


Perturba el acto,

el sigilo no para,

las sombras realzan la imagen de los recuerdos perdidos


Exhalo vida

Inhalo la nada


¿Y si…?..............


¿Y si todo volviera?


Quizálos pedazos de vidriosno revolotearían en el viento


Tal vez…

las penas no oprimieran la cavidad donde reposan los latidos


Me alzaría de puntillas,

tocaría el céfiro

se enterarían mis dedos en su savia divina,

y este cuadriculado instante sería...

el instante

de nadie.


Se volcarían las oraciones y el tiempo no perecería conmigo

En un momento, todo…

...todo...

volvería.

El Nacimiento de un Súcubo


Abrí el ventanal…
…su presencia arrebató el sigilo de la noche.

El aire se dividió,
su cuerpo proyecta la apariencia
en contra de la dirección de la luz…
dibujan las almas perdidas
la siniestra línea de su contorno.

los alaridos de los no perdonados
acampanaban en coro sus susurros
el ángel de las mutiladas alas
comenzaba a saciar su antojo.

Las navajas de sus palabras cortan verdades.


La profundidad aclama su naturaleza
las muñecas,
los pies,
atados de sobremanera,
serpientes en los dedos
embisten contra mi semblante,
la presión sopla la llama de mi sombría vela.


Su lengua impía se divierte con mi cara.

Se acuartelan los colores de la piedad en el recóndito tártaro.

desesperación a la puerta de mis inútiles actos
atrapada en el espejo que mostraba mi tortura
en una penetración carnal,
en contra del tacto
vomitaba pesadillas la eternidad de mi locura.


El infierno vació su lujuria en mí.

el beso mortuorio del demonio
abrió el portal de los cuervos y arpías
las garras escarbaron mi espalda
las gotas de sangre.
…rosas negras con sus espinas…

Murió en un eterno segundo,
mi alma.
En un altar profanado
se pudre la inocencia,
clamé venganza
ante el Mal y su presencia…

“Un nuevo nombre se me ha dado”

Bietka,
Florina Vasordiel
Lilith
Lilitu
Rusalka


Recopilaré las semillas brotadas,
poblarán de engendros este mundo.



Esparzo las vísceras de mis antojos,
en vuestros cuerpos
una oportunidad de recuperar,
lo que con tanta crueldad me fue arrebatado.
Súcubo.
Sura.

¡Alto al Réquiem!... Mi corazón late.



¡Alto al Réquiem!... Mi corazón late.

Palpita en el pecho,
susurra tu nombre,
jadea un te quiero…

El cuerpo murmura…

Cosquillas en los dedos
cuan secreto guardado,
las palabras socorren el tiempo
la fisura de la fibra, la cual me ha sujetado
cuenta el desmayo de las perlas vaciadoras de silencio.

Injerto de sentimientos caducados…

(Desafía las verdades
Mis letras no mienten)

Tú…mueves el piso de este soporte.
siembras sonrisas en mi adusto rostro,
al paladar de impresiones
regeneras con palabras…
Remiendas las puntadas de mi deshilada vida.

Corazón, epidermis, estomago… todos a unísono sienten.

Secuestraré al viento,
te obligaré a sentirme…
Una brisa, una suave gota,
el olor a césped…una llovizna de besos…

Los labios generan el sigilo, las manos se sienten valientes…

Desmenuzaras mis versos
revivirás comas, puntos, acentos…
Vuélveme a enamorar.
Colecciono los te quiero de tus dedos,
para el refugio de mis ojos…un cielo en sacrificio…

La esencia de tu antídoto, devuelve calma a mis sentidos.

Enlacemos nuestros pensamientos
…Uno a uno...
Abriguemos el momento
por nuestras pieles encendidas…

Atados los cabos de la poesía,
de tu presencia, de lo que siento,
de mi razón entre líneas
del Amor que sostengo…