Seis metros bajo tierra

En tinieblas
Aquellos paseos
El carbón encendido a mis pies,
Las llamas no provocan gritos

Dejando huellas en el camino
Pedazos de piel que no te inmutan
Extasiada por tocar….
Lo que la nada envuelve…

Lisonjas que pernean la soledad atrayente sin dorso…
Sudo tus quimeras…
Palabras muertas...estranguladas por el aire….
Espectro de oscuridad, versos, llamarada.

Expresión saturada de ilusiones
Alquimista de mis penas…
Cargo máscaras de sangre…
En la cruz de tu existencia…

Clavada en el sigilo de tus actos…
Ultrajada por el rechazo
Señalada… por ese beso….
A mis ansias revocadas en el infierno

Crujiente aquellos huesos
Tu esqueleto corroído por el llanto
El azar juega a las dianas con tus restos
El cementerio de razones intacto

Deja al viento el rastro de tu alma..
Vive a través de mí, la oscuridad nos aclama...
Y aun perece aquel sentimiento…
Devorado por el lobo que existe en mi pecho.

Revive la crueldad de mis manos
Por cada pétalo caído,
Un afecto desmenuzado
Por las garras del olvido

Un festín de demonios carroñeros
Oraciones retóricas
Un pájaro negro
Ondas del eco de tu vida

Lagrimas de sangre
Llenan el cáliz de la inmundicia
Alzo la copa, brindo por tu ausencia
De pie en la tierra que te confina…